El fútbol es un gran catalizador de emociones y es importante saber cómo gestionarlas para evitar efectos en la salud. Sobre todo, para quienes son excesivamente aficionados. Un encuentro de este deporte puede repercutir en la estabilidad física y mental, genera violencia verbal, agresiones físicas, ira, insomnio, infartos al corazón, inclusive un bajo rendimiento en el trabajo y estudios.
Por eso es importante mantener, a decir de Stefanía Arias, médico de Farmacias Económicas, un control adecuado de las emociones. “Eso se puede conseguir mediante prácticas sencillas y fáciles de aplicar, como evitar el consumo de alcohol mientras se observa el partido, no reunirse con personas conflictivas, mantener la calma, entre otros".
De forma previa, es importante hacer ejercicios de recordación sobre que el fútbol es un juego, creado para divertirse y disfrutar. Esto ayuda cuando la frustración comienza a salirse de las manos. Otra sugerencia es meditar y decidir cómo comportarse. Este ejercicio debe considerar el impacto de las acciones de la persona, a fin de identificar consecuencias negativas en el entorno y en quienes lo rodean.
Es preciso ubicar el desencadenante de la ira o de otras emociones negativas, con el fin de evitarlas. También es importante evitar el consumo de alcohol, ya que este tipo de bebidas son un depresor del sistema nervioso. Es decir, hacen más lenta la actividad cerebral y puede cambiar el estado de ánimo, comportamiento y autocontrol.
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