Una adecuada higiene dental siempre es importante, más aún si se hace deporte. Evite la aparición de dolencias como la gingivitis, periodontitis y la caries. El estrés puede ocasionar bruxismo, la ingesta de ciertos alimentos también se debe tomar en cuenta.
En la boca viven 20 000 millones de bacterias que hacen de las suyas, cuando no se tiene una higiene bucal adecuada. No solo es necesario un cepillado diario y el uso del hilo dental, también se requiere de una limpieza profesional cada cierto tiempo, para proteger la dentadura. Es un tratamiento preventivo que ayuda a evitar enfermedades bucodentales como la caries, gingivitis y periodontitis.
Una correcta salud bucal es importante para todos, más aún para quienes tienen actividad física y una alimentación especial debido al deporte. Karen Boom, especialista en ortodoncia, explica que en una práctica intensa de ejercicio se puede presentar algunos problemas. “La salud bucal puede influir en el rendimiento de forma directa, al tener dificultad para comer a causa del dolor por la presencia de caries, o de forma indirecta, por el aumento de la inflamación sistémica que puede derivarse de algunas enfermedades como la periodontal”.
La especialista explica que los alimentos y bebidas ácidas pueden causar erosión. También hay que tener presente que ciertos líquidos que se toman durante el entrenamiento o la práctica deportiva, recomendados porque ayudan a la hidratación y recuperación de nutrientes y electrolitos, contienen carbohidratos en altas concentraciones (un 10% los energéticos y entre 4% a 8% los isotónicos), que influyen en el aparecimiento de caries y enfermedades periodontales. “Es importante aumentar el consumo de agua y mantener un régimen de visitas trimestrales al odontólogo”, aconseja Boom.
Se ha observado una correlación significativa entre la prevalencia de caries y el tiempo semanal dedicado a la práctica deportiva o al entrenamiento. Es decir, a medida que aumenta la duración y la intensidad del ejercicio, el flujo salival disminuye y su pH desciende. Esto eleva el riesgo de caries y desgaste dental. Sin embargo, el posible impacto sobre la salud bucal puede prevenirse con medidas higiénico-dietéticas.
Es fundamental lavarse los dientes después de cada comida y esperar –al menos– 10 minutos para cepillarse luego de haber tomado alimentos y bebidas ácidas. Otra de las recomendaciones es utilizar una seda o hilo dental, cepillos interproximales o irrigadores bucales y emplear productos específicos para la prevención. El xilitol (polialcohol o azúcar de alcohol), que se encuentra en varios chicles, en una concentración determinada, reduce la formación de placa bacteriana, disminuye la producción de ácido por las bacterias y neutraliza el pH ácido. No olvide que el flúor favorece la remineralización del esmalte e inhibe su desmineralización.
Los niveles altos de estrés influyen en que su sonrisa se mantenga o no hermosa. Muchos deportistas de élite en competición están sometidos a una gran presión. El estrés puede propiciar la aparición de xerostomía (sequedad) y de bruxismo, que origina un desgaste del esmalte, sensibilidad, caries y dolor. Es básico reducir la frecuencia y cantidad de carbohidratos, disminuir la ingesta de alimentos y bebidas ácidas, elegir refrescos con menor poder cariogénico, aumentar el consumo de agua y utilizar pastas dentífricas para la prevención de caries y la erosión dental.
El 83,9% de los triatletas bebe hidratantes deportivos mientras entrena y el 93,5% come durante sus sesiones de ejercicio. Sin embargo, solo el 3,2% percibe que el entrenamiento puede ser un riesgo para su salud bucal y que hay que tomar precauciones.
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