Entre las manifestaciones de esta enfermedad están la afasia y el trastorno de conducta, que lo han llevado a retirarse de los escenarios. El actor podría sufrir un deterioro progresivo y degenerativo, casi sin expectativas de recuperación.
Las frases ingeniosas, a las que Bruce Willis acostumbró a sus seguidores, serán el condimento faltante en la industria del cine de los próximos años. El actor se retira de la gran pantalla a los 67 años. Así lo refirió su hija Rumer en un tuit publicado el 30 de marzo, en el cual detalla:
“(…) nuestro amado Bruce ha estado experimentando algunos problemas de salud y, recientemente, le diagnosticaron afasia, que está afectando sus habilidades cognitivas. Como resultado de esto y, con mucha consideración, se está alejando de la carrera que tanto ha significado para él.
Este es un momento desafiante para nuestra familia. Estamos muy agradecidos por su continuo amor, compasión y apoyo. Atravesaremos esto como una unidad familiar sólida, lo cual queremos compartir con sus fanáticos porque sabemos cuánto significa él para ustedes, al igual que ustedes para él”.
No existe más detalles del diagnóstico, por lo que se ha generado un enorme campo de incertidumbre. Queda claro que esta condición tiene múltiples variantes y potenciales cuadros clínicos, que puede enfrentar un paciente. Lo primero que salta a la vista es el concepto elemental. Según el diccionario médico de la Clínica de la Universidad de Navarra, significa: “defecto o pérdida de lenguaje como consecuencia de una lesión neurológica”. Para dimensionar el problema se puede añadir que es la incapacidad del cerebro para evocar pensamientos por medio de la palabra, escritura o mímica.
El lenguaje tiene cuatro propiedades: nominación, facultad para nombrar objetos o personas; comprensión, aptitud de entender frases o expresiones; repetición, reproducir por imitación las palabras; fluencia, posibilidad de hablar fluidamente un número de palabras en un tiempo determinado. Si un individuo presenta dificultades con el desarrollo de alguna de estas habilidades, es posible que exista una sospecha de afasia. Estos indicios deben ser evaluados por un profesional especializado.
De acuerdo con el doctor Juan Paúl Montalvo, neurólogo clínico de Montal Medic (Portoviejo), la afasia es un síntoma de enfermedades más profundas que pueden estar relacionadas con la demencia frontotemporal o el Alzheimer. El cerebro controla el lenguaje mediante dos centros: uno, ubicado en el lóbulo frontal (área de Broca), considerado el de la expresión motora; y, otro, en la primera circunvolución temporal del hemisferio dominante (área de Wernicke), que maneja la comprensión. Si una persona tiene afectación en el primero, adolecerá de la imposibilidad de expresarse con palabras. Si es en el segundo, puede hablar, pero en un lenguaje inentendible, porque no comprende lo que le están diciendo.
Las lesiones pueden originarse debido a un trauma craneoencefálico (golpe) o infarto cerebral. De la magnitud del daño causado a cualquiera de las dos áreas, será posible el tratamiento y recuperación del paciente. La otra posibilidad es que el cerebro, al envejecer como los otros órganos del cuerpo, se degenere, produciéndose una demencia frontotemporal progresiva, que se manifiesta con dos síntomas severos: la afasia y el trastorno de conducta. Este escenario es el de tratamiento más complejo y el que registra menor expectativa de recuperación.
“Hay la posibilidad de que el actor Bruce Willis padezca de demencia frontotemporal. Si este es el caso, es muy difícil que pueda mejorar y, por el contrario, su deterioro será progresivo y degenerativo. Se enfrenta a un panorama terrible”, explica el neurólogo.
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