Las mascarillas deportivas fortalecen la musculatura respiratoria. Su empleo es parte de un proceso de adaptación al cual se somete al cuerpo para responder a actividades físicas en la altura. Los entrenadores y expertos recomiendan que no sean utilizadas por principiantes.
Entrenar con mascarilla deportiva no es nuevo, no nació como respuesta a la pandemia. Se lo hacía desde antes y los expertos explican que se deben tomar en cuenta algunos factores para usar la correcta. En Ecuador este tipo de artículos se encuentran a la venta, aunque a costos elevados.
Los atletas de alto rendimiento y de aventura las han usado desde hace tiempo. El objetivo es aclimatar el cuerpo, la frecuencia cardíaca y la respiración a una ciudad alta. Si el competidor vive a nivel del mar y va a participar en una carrera atlética en Quito –por citar un ejemplo– o escalar una cumbre, tiene que necesariamente preparar su organismo.
Estos accesorios sirven para el fortalecimiento de la musculatura respiratoria. Juan Manuel Larrea es entrenador de spinning por más de siete años y deportista de ciclismo de montaña por 14, y explica que “cuando se respira, no solo se llenan los pulmones, sino que se trabajan músculos como el diafragma, que se encuentra en la zona media del tren superior; también están involucradas la musculatura intercostal, los escalenos y el esternocleidomastoideo”.
Existen dos tipos de mascarillas deportivas, las más comunes son las del sistema Power Brid y las Phantom, “la diferencia es el nivel de intensidad que generan. Me refiero a la resistencia muscular respiratoria que se produce en el cuerpo”. También está en estudio la mascarilla simbiótica, que aún no sale al mercado y que tendría organismos vivos en los filtros (bacterias o microalgas) para metabolizar el CO2.
¿Qué pasa entonces si recién se empieza a hacer deporte? El especialista indica que hay que acostumbrarse, poco a poco, al uso y conforme se va aumentando la hemoglobina y la capacidad pulmonar, ya no será incómodo entrenar con este producto. “Cuando recién se inicia la vida deportiva recomiendo no hacerlo con ella, hasta adaptarse –primero– al ejercicio y luego al manejo de la respiración y control de la frecuencia cardíaca”.
Otro tema que preocupa es que el deportista se intoxique con el aire viciado de su exhalación. Juan Manuel comenta que no hay espacio suficiente como para que se acumule CO2 y sea perjudicial para el cuerpo humano. “No es como para una hipoxia, que es cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro”, explica.
Además, hay a la venta mascarillas que tienen válvulas a los costados, que se abren o cierran para expulsar el CO2 que se produce y limpian el ambiente para la boca y nariz. Otro factor que se debe tomar en cuenta es que existen estudios realizados a deportistas principiantes y de élite que demuestran que, al usarla, no existe una alteración grave en la respiración.
Por la pandemia, en los sitios cerrados es clave la mascarilla al entrenar. Cuando se está en un ambiente externo, hay como quitársela unos segundos, con el distanciamiento necesario. Si camina, es recomendable estar a 4m; si corre, entre 6m y 10m; y, si realiza ciclismo, entre 15m y 20m.
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